El estilo minimalista sigue diciendo presente acorde a las tendencias que se presentan para este año y la nueva década. Amigo inseparable del orden y la introspección, el minimalismo nos invita a observar y valorar nuestro espacio. Muchos le temen al fantasma del “espacio vacío” o no poder lograr esa tan amada sensación de hogar. Por eso te develamos las tres claves para lograr un verdadero ambiente minimalista.
Luz natural
Clave fundamental es la conexión con la luz solar. Si no tenés la posibilidad, apoyate en espejos estratégicamente posicionados para lograr el efecto. Si son redondos, de marco fino y metalizados mejor para dar elegancia y estilo a tus paredes.
En sus comienzos este estilo se relacionaba con el binomio blanco y negro, pero con el tiempo se ha sabido adaptar y hoy lo que realmente importa es que el espacio sea cálido, siendo la mejor opción los colores neutros o pasteles para lograrlo.
Calidad es mejor que cantidad
El minimalismo no se trata de tirar toda tu casa, sino de darle real valor a las cosas que te importan y tirar las que no, para que entren nuevas. Para qué tener en una caja todas esas postales o recortes de revistas, si podés hacer un lindo collage o composición y poder verlas a diario colgadas.
Ser minimalista es tener lo que se necesita para alimentar la felicidad, sin estorbos, simplificado.
Si te gusta por ejemplo el Art Deco, podés agregar piezas de decoración que sean funcionales al ambiente y que le den ese toque de lujo minimal.
El uso (eficiente) del espacio
Un ambiente minimalista es útil y basado en el sentido común. Logra optimizar el espacio pensando en tus actividades del día a día. De qué sirve una casa bonita si no es funcional.
Esta clave es vital para espacios pequeños donde debemos hacer un uso más inteligente del espacio.
