El estampado de 2020 viene a demostrar emociones fuertes, y es que las líneas creativas, alocadas, artísticas, rompen con la geometría, abren espacios de manera abrupta.
Desde textiles hasta el marble cerámico que viene ya invadiendo nuestro hogar, las líneas impulsivas se vuelven un must de los espacios con carácter y se transforman en piezas de arte.
La combinación de colores ganadora es el blanco y negro, recordándonos ese minimalismo de principios de 2000.
En fín todo es cíclico y esta tendencia vuelve transformada, más elegante, madura y abierta también a tonos tierra amigados con la naturaleza y se mimetiza con un terrazzo que no deja de aparecer en detalles.
Si bien parece una jugada arriesgada para tu hogar, va perfectamente de la mano con el estilo nórdico, el juego blanco y negro siempre es una unión ganadora por su elegancia, así que en un ambiente tanto industrial como blanco pulcro puede funcionar.
¿Te animás a las líneas?