Fáciles de colocar, personalizables, fácil de mantener y económicos, así son los piso de vinilo que vinieron a dividir las aguas del diseño.
Es cierto que es una forma rápida y con estilo pero los detractores de esta tendencia se basan en el falso acabado que puede dar a la vista. Si bien es cierto que un “print de azulejos” nunca serán azulejos, no dejan de ser una solución práctica y fácil, así que hablemos de su virtudes.
¿Qué es?
El piso de vinilo es un tipo de revestimiento fabricado a partir del Policloruro de vinilo (PVC). Tiene un grosor que varía entre 5 y 7mm. Según su fabricante la placa puede contar de un núcleo, una capa decorativa de vinilo impreso y una superior de protección de alto rendimiento. En mercado podemos encontrar dos variedades, los flexibles o más tradicionales y los de última generación que son los rígidos.
Piso nuevo y sin reformas
Querés renovar pero no tenés tiempo o realmente no estas dispuesta a que tu casa se llene de polvo, ellos son tu solución.
Los estilos son super variados y hasta podés encontrar inspiraciones artísticas.
Transformá tu espacio dándole más luz, profundidad o elegí colores vivos para ir a la vanguardia.
En menos de una semana
Los suelos rígidos son lo último en estos pisos de vinilo, que además permiten una instalación súper rápida pudiendo colocar unos 100m2 en unos 2 o 3 días. Otra virtud es el poder sustituir una pieza dañada de manera rápida y económica.
Si no estás para una transformación completa, podés usar las placas para delimitar espacios. Probá cambiar la vibra de tu rincón de trabajo, colocar un panel para marcar la entrada de tu casa o para decorar la habitación de los niños. También son gran aliados de la cocina y el baño ya que son fáciles de limpiar y mantener, y son 100% resistentes a la humedad.